jueves, 20 de julio de 2017

De embrague roto y motor colgante

Siempre que emprendo viaje por África pienso que vamos a hacer el camino en el «tiempo previsto», concepto occidental.
También imagino que no nos va a ocurrir nada y a la vez me asalta el miedo de quedarnos perdidos en mitad del camino.

Tenemos que atravesar Senegal de Oeste a Este. Me cuesta explicar a través del guasap por qué 300 km.  de carretera pueden ser seis o siete horas....o diez. Vivir para contarlo..

Confiamos en el chófer y el coche tiene mejor aspecto que alguno de viajes anteriores (si levanto la alfombrilla no se ve el suelo).
Para mi estos conductores son héroes, capaces de conducir horas y horas sin hablar, sin descansar... y de repente, una parada para rezar.
Salimos sobre las cinco y media,

Cenamos estupendamente en una hamburguesería una King Royal. El clima es agradable y nuestros cuerpos están medio acomodados a  los asientos. todo va bien....

En la noche, a hora indeterminada, el chófer para el coche. Problemas de embrague. Los chicos apenas protestan. Me acuerdo de tantos artículos sobre lo mal que educamos a nuestros hijos, la intolerancia a la frustración. Estos son unos correcaminos.


Con paciencia senegalesa esperamos al mecánico que nos dirá que hay que trasladarse A otro pueblo y decidir si nuevo coche o mecánico.
Dabo decide mantener éste. Acepto su decisión. Los críos protestan y seguimos durmiendo. Pasan las horas, estamos sucios después de 14 horas de coche.
En algún momento vienen varios hombres y empujando, con nosotros dentro, mueven el coche atravesando calles y un mercado, hasta ¿El taller? Veo una fuente de agua potable de unicef.

Siguen pasando horas. Nos lavamos en una gasolinera, previo pago. Está limpia.
Desayunamos en un pequeño restaurante, bocadillos de carne riquisimos.
Está roto el embrague, nos desmontan todo el motor. nOS INVITAN A Un poco de té. Me gusta verles trabajar. Intento adivinar quienes son los distintos personajes que entran y salen de la escena.
Recuerdo todo el tiempo a nuestro amigo Salva, el mejor mecánico del mundo. Confío en que el nuestro tenga la mitad de su sabiduría.
Alguien marcha a buscar una pieza. En la África que yo conozco siempre hay alguien que va a buscar algo, sin poder descubrir si tiene relación laboral con el dueño, de amistad.. o simplemente estaba allí.
Eempiezan a montar el motor.  Rezo porque no sobre ninguna pieza. Cuando ya parece que está arreglado.. algo falla, pero es parte del ritual: se solucionará.

Emprendemos viaje de nuevo. Son las once y media, Para mí que quedan pocas horas para la frontera. Estoy equivocada. también en mi recuerdo eran las dos de la tarde cuando salimos, la memoria es engañosa.

Un coche nos espera desde el punto de la mañana en Mauritania....

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