Me hace gracia, y mucha, tener una perrita que se llama "Guardia".
Durante el tiempo que estuvimos en Testayé, Guardia se pasó el tiempo dormitando o tumbada, a la sombrica, cerca de la Escuela Taller, en el huerto. No parecía que si viniera un ladrón iba a darnos mucha seguridad.
Dabo a veces decía que estaba vieja y otras que embarazada. O las dos cosas a la vez. Yo no la veía muy gorda, pero no entiendo de animales (y a veces tampoco de personas).
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